Fig. 3: La membrana basal. Su función consiste en servir de soporte estructural a la celularidad epitelial, punto de unión entre células y MEC a través de adhesiones focales e integrinas. De la rigidez o flexibilidad así como del movimiento coordinado de la membrana basal, depende la morfología aplanada o redondeada de los elementos celulares y la estructura tridimensional de los patrones tisulares que constituyen glándulas, alvéolos, conductos o papilas. Los linfocitos han de atravesar la membrana basal en su viaje hacia los epitelios.